Michael Jackson: heridas y un corazón roto

Siempre me lamento que mi última conversación con Michael Jackson haya terminado con él enojado y colgando el teléfono - hace más de una década he pensado como enojado el estado de ánimo de Michael ese día. Me doy cuenta ahora que una descripción más exacta sería "herido".

Michael era una de las personas más dulces y más talentosas que conocí durante 35 años cubriendo la música popular para Los Ángeles Times.

Tuve la suerte de estar presente en muchos de sus momentos de mayor orgullo. Yo estaba entre el público la noche en 1983 cuando dio a conocer el Moonwalk electrizante en el especial de tv Motown y en el estudio de grabación en 1985 para el all-star "We Are the World". Yo estaba con él en la casa de la familia Jackson en Encino poco después de que adquirió el catálogo de canciones de los Beatles en 1985.

Michael me llamo la atencion como una de las personas más frágiles y solitarias que he conocido. Su corazón puede por fin haber dejado de latir ayer por la tarde, pero hace mucho tiempo que ya se había roto.

Durante los fines de semana que pasé con él en la carretera durante la gira de los Jackson "Victory" en 1984, supe que estaba tan traumatizado por eventos durante su adolescencia - especialmente el rechazo por parte de los aficionados que sintieron que habían perdido al "pequeño Michael Jackson en los dias de Jackson 5" - que confiaba desesperadamente en la fama para protegerlo de más dolor. Al final, dicha necesidad imperativa de fama fue la raíz de su tragedia.

Conocí a Michael en los primeros días de los Jackson 5 en el domicilio familiar en Los Ángeles, y la memoria que se destaca es que Michael era tan lindo y con los ojos muy abiertos, como unos 11 años de edad, aproximadamenre, estaba ansioso por terminar la entrevista para poder ver dibujos animados antes de tener que ir a la cama. 

Cuando lo alcancé una década más tarde, su personalidad había cambiado radicalmente. Ese chico feliz-afortunado no estaba por ningún lado, las ventas de álbums de Michael se habían caído de forma dramatica en los años 1970 y para el tiempo que él regreso con su hit "Off the wall" en 1979 estaba marcado emocionalmente. A menudo hay una brecha entre las partes públicas y privadas de un artista, pero rara vez era tan notable como con Michael.

Sentado en la parte trasera del autobús de gira después de un concierto triunfal en St. Louis en 1981, Michael estaba ansioso, con frecuencia, inclinando la cabeza mientras me susurró respuestas a mis preguntas. En contraste con la figura carismática, contoneándose en el escenario, tuvo que luchar con una timidez-como Bambi. A pesar del resurgimiento de su popularidad, se quejó de sentirse solo - casi abandonado. Tenía 23 años. Cuando le pregunté por qué no vivir por su cuenta como sus hermanos, en lugar de en la casa de sus padres, dijo, "Oh, no, creo que me moriría por mi cuenta. Estaría tan solo. Incluso en casa, me siento solo. Me siento en mi habitación y lloro a veces. Es tan difícil hacer amigos, y hay algunas cosas sobre las cuales no puedes hablar con tus padres o familiares. A veces me paseo por el barrio por la noche sólo, con la esperanza de encontrar a alguien con quien hablar. Pero termino volviendo a casa." Eso fue lo lejos que Michael podría ir esa noche para explicar sus angustias profundas. Pasaron 4 años más para que estuviera dispuesto a decirme más. 

Michael había firmado un contrato editorial con Jacqueline Kennedy Onassis, un editor de Doubleday, antes de la gira "Victory", y quería que le ayudara a escribir. Pasé varios fines de semana en el camino con él durante la gira. Pronto descubrí que Michael - quien guardaba su vida privada a toda costa - deseaba organizar un libro de imágenes, mientras que Onassis quería una biografía a gran escala. 

Después de un enfrentamiento entre los dos, el abogado  y amigo de toda la vida de Michael, John Branca, me llamó para agradecerme por mis esfuerzos y dijo que Doubleday iba en una dirección diferente. Mi relación terminó. 

Durante nuestro tiempo juntos, mis conversaciones con Michael fueron de a veces - una vez que la grabadora estaba apagada -  más oscuros momentos de su pasado aparecian. Una noche, cuando estábamos pasando por una pila de fotos antiguas, una foto de él en su adolescencia provocó una apertura repentina. "Ohh, eso es horrible", dijo, apartándose de la imagen. Michael explicó que su rostro estaba tan cubierto de acné y su nariz tan grande en ese momento que los visitantes en la casa familiar en Encino a veces no lo reconocian. "Ellos se acercaban, me miraban fijamente a los ojos y preguntaba si sabía dónde estaba el 'lindo pequeño Michael". "Era como si "todo el mundo decía, '¿Cómo te atreves a crecer en frente nosotros." 

Michael dijo que comenzó a mirar hacia el suelo cuando la gente se acercaba, o se quedaba en su cuarto cuando los visitantes llegaban a su casa. Michael se comprometió a hacer todo lo necesario para hacer que la gente "me ame otra vez." El rechazo alimentó su ambición de ser la estrella pop más grande del mundo y tratar de hacer su rostro hermoso. Por desgracia, la necesidad de Michael era tan grande que ninguna cantidad de amor parecía ser suficiente. 

El escenario fue su santuario. Allí, él era más grande que la vida y nadie podía amenazarlo. Cada vez que abandonó el escenario, dijo, que se sentía vulnerable de nuevo. 

En la entrevista de 1981, me dijo: "Mi verdadero objetivo es cumplir con el propósito de Dios. Yo no elegí cantar o bailar. Pero eso es mi papel, y quiero hacerlo mejor que nadie. Todavía recuerdo la primera vez que canté en la clase de jardín de infantes, canté "Climb Every Mountain", y todo el mundo estaba muy emocionado.

"Es hermoso en los shows cuando la gente se une. Es nuestro pequeño mundo. Por esa hora y media, se pretende mostrar que hay esperanza y bondad. Es sólo cuando se sale del edificio que se ve la locura." 
 
El hambre de Michael por fama y éxito me parecía cada vez más obsesiva y malsana.
A pesar de que en 1982 "Thriller" fue el álbum más vendido de todos los tiempos, Michael me dijo una noche que su próximo álbum vendería el doble de copias. Pensé que estaba bromeando, pero nunca había sido más serio.
Con los años, he visto con tristeza como su música pasó de la maravillosa autoafirmación y con el espíritu entrañable de "Thriller" a algo cada vez más calculado y sin alma. Su impacto en el mercado disminuyó en consecuencia. Al parecer, su necesidad desesperada para el ultra estrellato - la proclamación del "Rey del Pop" - y sus escaladas excentricidades hacían difícil que la gente pueda identificarse con él.
Incluso algunos de sus "Thriller" fans en última instancia se habian apagado. En la mente del público, el paso del "Rey del Pop" para el "rey del bombo".

Cuando encueste a los principales ejecutivos de la industria en 1995 para determinar las propiedades comerciales más populares del pop, Michael no estaba en el top 20.
Un ejecutivo dijo rotundamente: "Lo que no entiende es que él estaría mejor en el largo plazo si hiciera un gran disco que sólo entre al Num 20  en vez de promocionar otro disco  mediocre Nº1. Lo que necesita es credibilidad."
Otro ejecutivo dijo simplemente que Michael estaba "acabado".
Michael se puso furioso cuando me llamó el día después de que la historia se publicara en The Times.
¿Cómo podía traicionarlo al escribir este tipo de engaño?
Como no pude ver que los ejecutivos estaban sólo celosos?
Intenté con cuidado decirle que pensaba que había algo de verdad en lo que los ejecutivos estaban diciendo y que había perdido el contacto con las cualidades que una vez le hicieron tan entrañable.
"Eso me duele, Robert," dijo, con voz temblorosa.
Me sentí mal.
Empecé a decir que él podría ser tan grande como siempre si sólo..., Pero no pude completar la frase. Michael colgó.

Después de eso, he seguido su vida desde la distancia -  el cargo de abuso sexual infantil, el combate con analgésicos, el matrimonio con Lisa Marie Presley, el estilo de vida cada vez más extraño.
 
A pesar de que periódicamente anunciaba proyectos de grabación o planes de tours, no podía imaginar, después de toda la humillación y decepción, que Michael podría encontrar la fuerza para intervenir ante el público de nuevo. Pensé que el miedo al fracaso era demasiado grande. Era más fácil permanecer en una tierra de fantasía.
Así que me sorprendió cuando anunció que regresaba al escenario en un par de semanas y me sorprendió aún más cuando se vendieron las 50 noches en el O2 Arena de Londres.
Tal vez Michael era más fuerte de lo que pensaba. Tuvo un enorme valor para estar dispuesto a regresar al escenario para lo que podría haber sido un momento de logros o fracasos - y la demanda de los boletos debe haberle dado esperanza. A pesar de todo lo que había sucedido, vio que era querido por millones de fanáticos.
En el mejor escenario, Michael, de 50 años, habría triunfado en Londres, no sólo borrar su montaña de deuda, sino también restablecer a sí mismo el sentido de invencibilidad que la fama representa. El fracaso de esos shows, sin embargo, podría haber dejado aún más herida y vulnerabilidad.
Dado que las fechas de julio se acercaba, me imagino la ansiedad de Michael aumentando día a día, incluso hora a hora. Debe haber habido días en que sentía que podía hacerlo, podría reclamar su corona con una serie de impresionantes actuaciones y permanecer para siempre junto a Elvis Presley y los Beatles en la tradición pop.
Pero ¿y si estaba equivocado?
¿Y si no estaba lo suficientemente fuerte, física y emocionalmente? ¿Y si no podía estar a la altura de las expectativas?
¿Qué pasa si no habria una cantidad de adulación para hacer que se sienta seguro otra vez? El estrés debe haber sido inmenso - y tal vez al final fue demasiado para su corazón ya roto. 

Robert Hilburn fue crítico de The Times la música pop desde 1970 hasta 2005. Partes de este artículo son un extracto de sus memorias."

Autor: Robert Hilburn

Traducción: Kat Stefany