A un ángel negro, a un ángel blanco...
Cantos de aves, trémulos se acercan,
Y se cobijan en los corazones, pregonando tristeza ante la huída de un ángel.
Un ángel incomprendido y admirado en este mundo tan distante, donde lo irracional pareciera real para no ver lo que ha sucedido.
Anuncian desde las tinieblas del vacío inevitable, el recuerdo que un 29 de agosto, brillaría como una estrella.
Sedujo con su canto y con la sencillez que proyectaba, con esa voz de hombre-niño tan particular que Dios le regaló para destellar y dar vida más allá de toda frontera.
Sin embargo hoy , la confusión y la melancolía me carcomen, al saber que su alma retorna a su morada con los ángeles.
Y desde el cielo con su sonrisa ilumina al mundo, otorgándole más luz que cuando en vida nos encandilaba.
Dulce pedazo de cielo, no pares de cantar y bailar en ese enorme paraíso, porque acá abajo tus melodías quedarán imborrables en mi memoria y en la de muchos que te quisimos, recordándote con todo el amor del mundo.
A este hombre-niño, que se vistió de negro y de blanco, que iluminó mi vida con su gran presencia.Que el Señor lo tenga en su reino, y desde la cúpula celeste, su música y presencia existan por siempre.
Dios nos lo regaló hoy y silenciosamente en sus brazos, después de cincuenta años, lo adormeció para que le cante al universo entero.
Y se cobijan en los corazones, pregonando tristeza ante la huída de un ángel.
Un ángel incomprendido y admirado en este mundo tan distante, donde lo irracional pareciera real para no ver lo que ha sucedido.
Anuncian desde las tinieblas del vacío inevitable, el recuerdo que un 29 de agosto, brillaría como una estrella.
Sedujo con su canto y con la sencillez que proyectaba, con esa voz de hombre-niño tan particular que Dios le regaló para destellar y dar vida más allá de toda frontera.
Sin embargo hoy , la confusión y la melancolía me carcomen, al saber que su alma retorna a su morada con los ángeles.
Y desde el cielo con su sonrisa ilumina al mundo, otorgándole más luz que cuando en vida nos encandilaba.
Dulce pedazo de cielo, no pares de cantar y bailar en ese enorme paraíso, porque acá abajo tus melodías quedarán imborrables en mi memoria y en la de muchos que te quisimos, recordándote con todo el amor del mundo.
A este hombre-niño, que se vistió de negro y de blanco, que iluminó mi vida con su gran presencia.Que el Señor lo tenga en su reino, y desde la cúpula celeste, su música y presencia existan por siempre.
Dios nos lo regaló hoy y silenciosamente en sus brazos, después de cincuenta años, lo adormeció para que le cante al universo entero.
Este hermoso poema pertenece a "Agualuna"
Comentarios
De igual manera ,gracias por publicarlo y que muchos que lo seguimos quriendo y admirando, lo puedan leer y por què no difundir.
Un gran abrazo desde Chile
Sussy-Agualuna
Y Fuerza Chile, Fuerza amiga!
Estamos con ustedes!